Por qué salir afuera
Es preciosa mi casa como una cueva. Bellas las palabras en las que camino, crezco, desato, anudo. El lugar del fuego se eligió con cuidado, así como el recoveco donde guardo el agua. Tiempo atrás dormía siempre en el mismo lugar: la espalda contra la misma piedra, la cabeza posada sobre la misma mano. Los pies conocen a oscuras mi territorio. Buscar alimento es una tarea ambigua. A veces la recolección es lenta y penosa,…